Estamos ya en el mes de febrero, celebra sin falta San Valentín

Estamos en febrero, si, el mes de febrero que es, a todos los efectos el mes del amor. Y ahora algunos me dirán que lo de San Valentín es una cursilada, que eso no se lleva y que no somos americanos. Bueno, no os quito razón, pero yo os voy dar otros motivos para celebrarlo y, además, os voy a contar porqué esto se ha hecho tan popular, más allá de las películas y del Corte Inglés.

«Cuando te das cuenta de que quieres pasar el resto de tu vida con alguien, deseas que ese resto de tu vida comience lo antes posible.” (Cuando Harry encontró a Sally)

Historia de San Valentín

El día de San Valentín es una celebración muy antigua que la Iglesia Católica ha asimilado con la designación de San Valentín como patrón de los enamorados.  El día 14 de febrero se hizo popular a partir del siglo XX principalmente, día en que las parejas de enamorados expresan su amor y cariño mutuamente. Hasta aquí todo más o menos como lo conocemos, pero el origen es mucho más antiguo… y sorprendente.

Durante la antigüedad se celebraba en Roma una fiesta pagana dedicada a la fertilidad, llamada Lupercalia, en las que las mujeres eran golpeadas con látigos hechos de piel de cabras y perros, mojados en la misma sangre de estos animales, ya que creían que este ritual les otorgaba fertilidad. Así se las gastaban estos romanos.

Siglos más tarde, se prohibió Lupercalia (ojo, tardaron siglos en darse cuenta que era un poco demasiado)  y en el siglo XIV, el escritor Geoffrey Chaucer, con un poema a los pájaros en el que menciona el día, así como el Rey Carlos VI de Francia creando la Corte del amor para que los participantes competidores encontrasen doncella, hicieron el resto.

Así fue como, a lo largo de los siglos posteriores, esto se hizo viral (con la viralidad pre internet, se entiende), hasta llegar a la comercialización de tarjetas genéricas del Día de San Valentín en el Reino Unido y en EEUU.

Y yo para qué voy a celebrar?

Porque siempre hay motivos para celebrar. Siempre. Hay que buscar excusas para celebrar cualquier cosa. Celebrar es sano, te hace feliz y, además, qué mejor celebración que el hecho de estar enamorado. O estar con alguien, ya que en muchos países esta fecha también es el día de la amistad.

Celebrar es un acto emparentado desde el inicio de la humanidad, porque desde que el mundo es mundo las personas se manifiestan con celebraciones. Hazlo con tu pareja, en grupo, no importa, y saca a relucir el estado de felicidad que sientes por estar con las personas que quieres.

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Feliz San Valentín!

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